• Kms totales: 11,34 km
• Desnivel acumulado: 1,023 m (166 m aproximación + 857 m travesía hasta el Veleta).
• Equipo: Hagan Core 89 + ATK Front 12 + Atomic Hawx Magna XTD 120

Salgo desde la Hoya de la Mora hoy también.

Ya queda mucha menos nieve que el otro día y toca una aproximación de 35 minutos hasta encontrar suficiente nieve (y continuidad) para empezar a subir con los esquís.

Realmente se podría llegar al Veleta ya andando sin travesía, como hay gente haciendo, pero aquí que voy yo queriendo estrenar y probar los esquís nuevos de travesía.

Encuentro nieve un poco más arriba de la estación del Virgen de las Nieves. Hace una semana cuando llegué a este punto ya llevaba un rato de travesía. Otra gran diferencia es que las pistas ya están peladas y sólo encuentro nieve para subir por el Barranco de San Juan. Toca quitarse y ponerse los esquís varias veces porque la continuidad está chunga, pero viene bien para practicar con las nuevas fijaciones tech, que tienen su aquel.

La nieve está demasiado primavera, lo que sumado a las pieles “cortadas a medida” de los nuevos esquís que no dejan mucho canto al aire, hace que tenga varios momentos de ir haciendo ladera y el esquí irse hacia abajo lo que no me mola nada. No estoy en excesiva pendiente, pero tampoco quiero acabar abajo hecho una bola de esquís y carne golpeando con alguna roca mal puesta.

Menos mal que cuando encargué los esquís me acordé de las cuchillas y las añadí a posteriori al pedido. Y doble menos mal porque en el parking he estado a punto de dejarlas en la furgo (“total, no voy a encontrarme hielo”) y a última hora las he echado siguiendo la máxima de “material que no llevas, material que no tienes”. Así que las pongo y algo sí que ayudan, pero aún así tengo que ir muy fino clavando cantos y con la transición de pesos entre esquís. Evito hacer laderas y zigzags lo más que puedo, y decido ir encarando pendiente a hierro porque las pieles agarran mejor que los cantos.

Finalmente salgo por encima de la superior del Stadium, superando el récord de los 3000 del otro día, y sigo. He tardado media hora menos que el día anterior en llegar al mismo sitio. Engancho con el Zayas y sigo por ahí. Cuando me veo subiendo por la línea de la percha, me doy cuenta de lo empinado que está eso, de lo poco que te das cuenta cuando te está arrastrando una percha, y agradezco profundamente la presencia de los remontes en mi vida. Aquí reconociendo mi privilegio de esquiador de remontes.

Finalmente llego a lo alto y toca quitarse esquís para coronar. Han sido tres horas y poco a la cumbre desde que me puse los esquís y cuatro horas escasas desde el parking. ¡El Veleta ha caído! (figurativamente, claro).

Después de un ratito de descompresión admirando los corrales e intentando ubicar como se entra al Canuto (sin éxito), toca plantear bajada. Puedo volver por el Barranco San Juan o bajar por Borreguiles y luego coger el carril hasta la Hoya de la Mora. Decido esto último. Quito pieles, me la veo y me la deseo para ponerme los esquís (fijaciones tech, alias, encaja dos mini pernos en tus botas y confíate al universo), pero una vez que ya lo tengo todo, llega el momento de la verdad: probar los nuevos esquís en la bajada.

La subida ya la tenían aprobada y con nota: En cuanto puse las pieles y me los puse la sensación fue la noche y el día con los Salomon QST de freeride. Parecía que apenas tenía nada en los pies de lo ligeros que los sentía. Por ponerlo en contexto, los QST 106 están a 2kg cada tabla, más 800 gr de las fijaciones Shift, 2.800 gr por pie. Los Hagan Core 89 estan en 1.350 por esquí, más 389gr de la fijación, 1.740 gr por pie. 1060 gramos menos por pie que no es poco.

Pero con todo y con eso, quedaba la gran incógnita de la bajada. ¿Darían la talla bajando? ¿O iría con dos espaguetis por esquís?

Y para mi sorpresa empiezo suave por el Zayas, giro derrapado tranquilo, hasta que empiezo a soltarme y confiar más en el esquí, y me veo haciendo giro corto apretándolo, saltando de giro en giro. Tienen muchísimo camber y dan un rebote muy chulo al apretarles.

Súper bajada (nada que ver con la del otro día!) que he disfrutado muchísimo. Descenso aprobado para estos esquís. Van a dar muchas alegrías, me parece a mí.

Eso sí, tengo un momento no se muy bien si de bache en la nieve o que, pero me rebota el esquí y noto el talón de la bota con los dos pernos de la fijación darme un tirón chulo. Me recuerda (se me había olvidado) que no voy con fijación alpina, y caigo en la cuenta de que eso debe ser la “elasticidad” de la que hablan la reviews de fijaciones.

Aparte de ese momento, el resto del esquí ni me acuerdo que llevo fijaciones ligeras y esquís ligeros. Una gozada.

Cuando ya llego a Borreguiles, están las máquinas moviendo nieve y ya es un poco más de negociar por donde ir, más que disfrutar bajando. Al poco engancho con el carril y toca patear de vuelta (otros 40 minutos al parking).

Me pasa uno con una bici y los esquís en la mochila y veo el futuro. Subirse con la bici y los esquís en lo alto hasta Borreguiles y dejarla allí aparcada para subir desde allí.

Habrá que probarlo a la próxima, eso si la semana que viene queda algo de nieve para repetir.